miércoles, 2 de noviembre de 2011

El surgimiento de la familia nuclear en México

Rosario Esteinou
Teniendo en cuenta las tres dimensiones que menciona la autora dice que tratara de reconstruir cómo se ha presentado el proceso de surgimiento de la familia nuclear en México. Para ello parte por describir cuál era el modelo dominante bajo el cual se construyó buena parte de la sociología de la familia, la forma que asumió el análisis de dichas dimensiones hasta los años hasta los años sesenta del siglo XX y los cuestionamientos que recibió en la década de los setenta. En corto lo que expone al respecto es que al transitar de una sociedad simple a otra compleja de formaciones histórico-sociales tradicionales a modernas, la familia de ser extensa se volvía nuclear. En ese tránsito, esta se modificó tanto en su estructura como en sus relaciones y en sus funciones, es decir la familia perdió potencialidad en muchas de sus funciones que eran asumidas, por otras agencias externas a ella y se caracterizó por una función eminentemente expresiva. El aumento de la división del trabajo, con el relativo proceso de especialización funcional de los subsistemas que componían el sistema social y la industrialización, constituyó el factor principal que influenció el cambio de la familia.

Esta tesis derivó de una instancia evolucionista que, a partir de pensadores del siglo XIX, permeó y condicionó también las reflexiones sociológicas del siglo pasado, creando una continuidad que vinculaba idealmente a Durkheim, quien formuló la “ley” de contracción progresiva de la familia y Parsons quien sistematizó los procesos de cambio en las estructuras familiares en términos de nuclearización y de especialización funcional. Por un lado Durkheim rechazó una concepción de la familia en términos de grupo natural y la definió como una institución socialmente determinada; por otra parte Parsons concentró toda su reflexión en el contexto de clase media urbana americana, asumiendo como centro de análisis no tanto y no sólo a la familia, sino a la relación familia-movilidad social. Él consideró a la familia nuclear —compuesta por los padres y los hijos dependientes—, aislada de la parentela particularmente adecuada para transmitir todo el sistema de valores de la sociedad americana, centrada en lo que se puede definir como una filosofía del éxito, del logro social según lo señala la autora. Rosario se centra en analizar ambos planteamientos; el de Durkheim y el de Parsons y lo que estos establecieron en torno a la familia nuclear. 

Una de las ideas principales que Rosario señala del análisis de ambos autores y de las teorías en boga en la época es que dentro del campo sociológico hay una serie de estudios que cuestionó la afirmación de que la familia moderna fuera nuclear y aislada de la parentela -como se creía-. En particular se puso en discusión que nuclearización y aislamiento de la parentela —desde el punto de vista de la cohabitación— significase rompimiento de los vínculos con ésta y superación total de la lealtad y dependencia de vínculos adscriptivos. Estos estudios se concentraron en el análisis de la tercera dimensión que ella propone, en las relaciones de parentela.

Rosario va trazando una línea de diferentes autores que hicieron una revisión del paradigma evolucionista aplicados a los cambios de la familia y menciona a Peter Laslett como una de las contribuciones más importante en los inicios de los años setenta; sus estudio se centraron en la dimensión de la estructura familiar concluyendo que probablemente la forma de la familia nuclear había sido una de las características constantes del sistema familiar occidental, siendo así que la familia nuclear había precedido por siglos a la industrialización. Por otra parte menciona a la propuesta de Stone, quien sostenía que el surgimiento de la familia nuclear moderna debía ser remitido al periodo preindustrial. Él decía que la familia -en particular la inglesa- había pasado a través de tres diferentes tipos en tres épocas distintas: la “familia de linaje abierto”; formada entre 1450 y 1630, la “familia nuclear patriarcal restringida”; formada entre 1550 y 1700, y la “familia nuclear doméstica cerrada” que según él comenzó a surgir en las clases medias y superiores hacia 1620 y se consolidó progresivamente hasta 1800. Rosario señala que obviamente se trata de tendencias, no de datos absolutos los que Stone describe de cada tipo de familia.

Para Rosario de las tesis de las investigaciones que presenta de diferentes autores, centradas en el análisis de la estructura o de las relaciones familiares, deriva otro resultado relativo a la relación entre estas dimensiones, entre estructura y relaciones familiares. Para ella no se puede establecer un único parteaguas que explique el cambio en un acto único, de la estructura, de las relaciones familiares y de las de parentela. Al final ella afirma que a pesar de que todavía quedan abiertas las incursiones en este campo, y que los tiempos y modalidades varían según cada país y región, existe un consenso al respecto. Con base a lo que ha analizado en otro autores ella saca tres conclusiones: que la industrialización más que crear a la familia nuclear, contribuyó a su difusión entre estratos y clases sociales que presentaban otras formas organizativas, hasta el punto de transformarla en la forma familiar predominante de la sociedad moderna; en segundo lugar que las tres dimensiones que he señalado no mantienen una relación unívoca entre sí, sino que es importante analizar el contenido de cada una de ellas y, a partir de esto, ver la relación que se establece; y por último que es necesario también tener en cuenta la relación y el papel que desempeñan las relaciones de parentela.

En lo que vendría a ser la segunda parte de este articulo, Rosario centra su análisis en el surgimiento de la familia nuclear en México. Para ello se remite desde la época prehispánica, no sin antes aclarar que la escasez de fuentes fue una de las dificultades en la realización de esta investigación por lo que sólo describe algunos de sus rasgos más importantes al respecto de la familia nuclear. En primer lugar ella dice que un aspecto central que hay que considerar cuando se analizan la familia y las formas de estructuración del parentesco en la época prehispánica es que las relaciones de parentesco no eran conceptualizadas bajo el término de familia. La concepción de la familia parece haberse dado más en términos de corresidencia que de las relaciones centradas entre padres e hijos y parientes por lo que se puede entonces dice Rosario, hablar del término familia aplicado a esta cultura siempre y cuando se tenga presente que era básicamente concebida como relaciones de corresidencia y en donde la cooperación económica era muy importante.
Por otra parte dice que el estudio de Carrasco –uno de los autores de su investigación bibliográfica- sugiere que la estructura familiar extensa y compleja se presentaba en forma frecuente en la época prehispánica, en el centro del país, y estaba estrechamente ligada a la configuración y al funcionamiento del calpulli desarrollando funciones sociales y económicas importantes. De ser así dice Rosario este estudio parece apoyar la tesis de que, en la época prehispánica, las pautas de estructuración del parentesco y de la familia tendían a la formación de grupos más amplios y de que el parentesco constituía un principio de organización social importante. En cuanto al tipo de relaciones familiares que era característico de esta sociedad, ella dice haber contado con pocas fuentes que le brindaran información precisa acerca de los rasgos que asumían. Sin embargo encontró algunos estudios que describen la situación que encontraron los españoles a su llegada a América. En sí lo que Rosario encontró fue que la familia indígena en el periodo prehispánico y primeros decenios de la colonia tendió a presentar proporciones considerables de estructuras extensas, que el tamaño de los hogares era mayor y que las relaciones de parentela tenían una presencia y un peso muy importantes. Además que la configuración de este tipo de estructura familiar obedecía a ciertas reglas en la formación de las familias, de acuerdo con las cuales los nuevos matrimonios o uniones mantenían la residencia en casa de los padres, generalmente de tipo patrilocal, y después de unos años, una vez que obtenían el reconocimiento de la comunidad y tenían acceso a su propia parcela de tierra, se establecían independientemente aunque cuando establecían su propio hogar lo hacían en el mismo patio, solar o cerca del hogar de los padres, y así mantenían relaciones de trabajo conjunto al labrar la misma tierra y mantenían fuertes lazos de sujeción a través de la autoridad que ejercía el padre con respecto de ellos. En otras palabras, las relaciones familiares que se generaban al interior reforzaban la configuración de estructuras familiares extensas. 

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